EL PODER DE UNA FRASE.
Las palabras son poderosas y ojala seamos conscientes del bien y del mal que con ellas provocamos. Beatriz una fantástica mujer que irradia confianza y optimismo me lo recordó al contarme esta anécdota:
“cuando yo era una inquieta adolescente uno de mis profesores se me acerco un día y me dijo: no acumules tragos amargos en tu alma
Beatriz recuerda muy pocas cosa de las que ese educador le enseño, pero esa frase aun resuena en su corazón. ¡Ah, cuantas buenas semillas podemos sembrar en los demás si elegimos hablar con amor y con profundo respeto!
La materia que dictaba ese profesor no eran los valores, pero el era bien consciente de que eso es lo único que vale la pena transmitir.
Tomado de
El milagro esta en nuestras manos
GONZALO GALLO GONZALEZ